Fue en una planta de procesamiento de pollos en el noreste del país. Las rejas externas de la fábrica estaban cerradas.
Al menos 119 personas murieron en el incendio que se produjo esta mañana en una planta de procesamiento de pollos en el noreste de China, que los supervivientes describieron como un auténtico “infierno”. Sin embargo, el número de muertos podría subir porque aún no fueron halladas muchas personas que se dan por desaparecidas, según informó la agencia italiana ANSA.
En el momento de la tragedia había 300 obreros para el cambio de turno dentro de la Jilin Baoyuan Poultry Company, cuando se oyó un fuerte estallido seguido por inmediatas llamas de gran tamaño que envolvieron la estructura prefabricada en acero. Un centenar de personas pudieron huir de inmediato, pero al hallar las rejas externas de la fábrica cerradas tuvieron que buscar refugio en el complejo.
Las autoridades enviaron 67 camiones cisterna y más de 500 bomberos que apagaron el incendio después de seis horas. La empresa, fundada en 2009, tiene más de 1.200 empleados y procesa unas 67.000 toneladas de productos de pollo al año. Aún no se conocen los orígenes del siniestro, que algunos atribuyen a una fuga de amoníaco que se incendió, otros a fallas en la instalación eléctrica e inclusive hay quienes hablan de llamas propagadas en los vestuarios del personal.
Este no es el único episodio de estas características en los últimos meses en China: el 20 de mayo de este año 33 personas murieron tras estallar una fábrica de explosivos en Shandong y otras 28 en una mina de Sichuan, el 11 de mayo. En otra mina de Jilin hubo 53 muertos hace dos meses y el viernes un gran incendio destruyó uno de los mayores graneros del noreste del país, aunque no ocasionó víctimas.